La epilepsia afecta a
50 millones de personas
de todas las edades alrededor del mundo.
El riesgo de muerte prematura en las personas con epilepsia aumenta hasta tres veces en comparación con la población en general.
Cerca del 80% de las personas con este padecimiento viven en países de ingresos bajos sin acceso al tratamiento.
Aproximadamente la mitad de los adultos que padecen de esta enfermedad tienen al menos otro problema de salud como son los trastornos afectivos (ansiedad y depresión), los cuales empeoran las crisis y reducen la calidad de vida de la persona afectada.(1)
Cerca del 80% de las personas con epilepsia viven en países de ingresos bajos y medianos (PIBM), donde el déficit terapéutico supera el 75% en la mayoría de los países de ingresos bajos y el 50% en la mayoría de los países de ingresos medianos.
En México, así como en toda Latinoamérica, los estudios acerca de la frecuencia de la epilepsia no son suficientes para determinar de forma realista las cifras actuales del padecimiento.
En amplias zonas de Latinoamérica la epilepsia nunca se ha estudiado epidemiológicamente. La razón de esta heterogeneidad sólo puede atribuirse a la existencia o no de grupos de estudio con interés por esta área del conocimiento.(2)
Aunque no hay cifras oficiales de la prevalencia de la epilepsia en el país, algunos estudios calculan que unos 2 millones de mexicanos la padecen.